Face D está dedicado a los signos del envejecimiento traduciendo una doble necesidad: la voluntad de centrarse en una arruga específica de forma inmediata y el deseo de una acción sinérgica y progresiva. Una estrategia modular, con ingredientes activos multifuncionales que interactúan con la piel a diferentes profundidades.
Por una rutina que no sea obsesión sino atención hacia uno mismo.